Para aprender, el niño usa estrategias. Estas estrategias movilizan funciones diferentes pero complementarias entre sí:
- estrategias cognitivas (atención, inhibición, planificación, memoria de trabajo, iniciación, decisión)
- estrategias afectivas (emociones, motivación, autoconfianza, impulsividad, ansiedad)
- estrategias metacognitivas: la metacognición es un sistema experto que gestiona las funciones ejecutivas; por eso es muy importante. Aporta conocimiento sobre el conocimiento, es decir, permite tener conocimiento de su propio conocimiento: este es el caso de un formador que es capaz de comprender todos los conocimientos que 'debe transmitir para reorganizarlos y hacerlos accesibles a los estudiantes.
- estrategias sociales
- estrategias de recursos
Ahora sabemos que las estrategias afectivas influyen en las estrategias cognitivas: las emociones y la motivación son elementos esenciales para promover el aprendizaje. Sin embargo, un niño no va a la escuela para aprender a desarrollar sus estrategias sino para adquirir un dominio del francés, las matemáticas, los idiomas: los “fundamentos”. El aprendizaje es difícil porque no se desarrollan las bases cognitivas: algunos niños tienen dificultades y en ocasiones se les diagnostica dispraxia, discalculia, dislexia… o incluso TDAH.
Ante esta situación, la educación debe hacerse más ergonómica trabajando estas funciones desde un punto de vista preventivo para asegurar el correcto funcionamiento y desarrollo de los niños. Por lo tanto, es bueno para los padres que tienen niños más satisfechos y para los maestros que tienen estudiantes que aprenden los fundamentos más fácilmente.
Una estructura educativa que apoya las estrategias de aprendizaje en su sistema educativo es una escuela que no solo brinda a los estudiantes los medios para crecer sino también a los padres y maestros la posibilidad de detectar lo antes posible posibles disfunciones con el fin de hacerse cargo de ellos.
Varios estudios científicos, incluido el de Diamond & Ling en 2020, han identificado los métodos más efectivos para realizar funciones ejecutivas.
Encontramos en orden:
El menos efectivo: 60 estudios % muestran una efectividad significativa
- herramientas digitales o software de formación como RehaCom o Presco: se centran en una única función y no tienen incidencia en la vida diaria. Permiten al menos mejorar el proceso específico.
- Ejercicios tradicionales con lápiz / papel
- dispositivos no informatizados y específicos como PIFAM o REFLECTO. Tienen una acción correctiva metacognitiva y pueden tener efectos en la vida cotidiana porque su implementación se acerca a la vida cotidiana (dispositivo ecológico): afectan a la persona en su conjunto.
- Uso de refuerzos positivos: la retroalimentación inmediata y positiva es un elemento importante.
Moderadamente eficaz: 75 estudios % demuestran una eficacia significativa
- Sistemas de formación en las escuelas basados en el enfoque Montessori (Lillard & Else-Quest, 2006) o en el socioconstructivismo y el concepto de zona de desarrollo proximal basado en el trabajo de Vygotsky (Diamond et al., 2007).
- Programas como "Attentix" (Caron, 2001)
El más eficaz: ¡100 estudios % muestran una eficacia significativa!
- Meditación de atención plena con o sin movimientos lentos: la atención plena promueve la atención, la memoria, el manejo del estrés / ansiedad y aumenta la cantidad de materia gris en el cerebro (fundamental para el procesamiento de la información). Es beneficioso para todas las funciones cognitivas.
Entendemos que cuanto más global es un método y más cercano a la realidad de la vida, más probabilidades tiene de ser efectivo, siempre que esté vinculado al mindfulness o prácticas similares.
El enfoque de Feuerstein (que también se basa en el trabajo de Vygostky), las pedagogías Montessori y Freinet son enfoques globales y ecológicos: tomados en conjunto, maximizan el desarrollo de estrategias de aprendizaje y resolución de problemas.
También son necesarias actividades destinadas a contribuir al desarrollo del potencial humano. Cabe señalar que las habilidades motoras y el entrenamiento rítmico por sí solos influyen en los factores cognitivos, perceptuales y afectivo-emocionales necesarios para cualquier aprendizaje (J.-M. Albaret, 2006). Por tanto, es imperativo trabajar no solo en el control motor, sino también en la autoconciencia, la organización de la percepción externa (sensaciones provocadas por estímulos externos), la regulación emocional, las habilidades sociales y la comunicación.
Finalmente, el rol de los padres es fundamental en la regulación y armonización del comportamiento del niño para crear coherencia entre la escuela y el hogar: una visión sistémica.
El proyecto educativo EFIM se organiza en torno al desarrollo integral del niño porque ahora todos los estudios convergen y demuestran la necesidad de contribuir al desarrollo de todas las capacidades del alumno.
Es por eso que planeamos: - hibridar enfoques educativos, - desarrollar tanto lo cognitivo, lo emocional-afectivo, lo relacional-social y lo físico, - ofrecer una gama de actividades y herramientas destinadas apoyar todas las estrategias de aprendizaje y resolución de problemas, - incluir a los padres en una comunidad educativa.